La imagen de la Santa Mama Antula arribó a Almirante Brown con una emotiva peregrinación
En
el marco de una emotiva y colorida peregrinación la imagen de la Santa María
Antonia de San José (Mama Antula) arribó al Santuario de la Parroquia “San
Cayetano” de la localidad de Burzaco, en Almirante Brown.
La
imagen de la primera Santa Argentina, canonizada por el Papa Francisco en
febrero de este año, fue trasladada desde la Basílica de la Piedad en la ciudad
de Buenos Aires, donde descansan sus restos.
Los
fieles de la comunidad religiosa browniana celebraron la llegada de Mama Antula
con una misa oficiada por el Obispo Monseñor Jorge Lugones, acompañado también
por el padre Eduardo Bruza.
Esta
fue la primera liturgia en Burzaco para venerar a la santa reconocida
recientemente por la Iglesia Católica.
“Celebramos
la llegada de la imagen de la primera Santa Argentina a nuestro distrito, Mama
Antula consagrada por sus virtudes cristianas, que difundió sus ejercicios
espirituales por el país siempre con el objetivo de ayudar a los más
necesitados”, indicó el intendente Mariano Cascallares.
De
la emotiva ceremonia participó el presidente del Concejo Deliberante browniano,
Nicolás Jawtuschenko, entre otras autoridades.
Quién
es Mama Antula
La
Beata María Antonia de Paz y Figueroa, conocida como Mama Antula nació en 1730
en Santiago del Estero. A los 15 años decidió consagrarse a Dios y tomó el
nombre de María Antonia de San José. En aquellas épocas no existían religiosas
activas, con lo cual ella decide vestir una túnica negra y vivir junto a otras
mujeres. Se las llamaba beatas (laicas consagradas). Guiadas por un sacerdote
jesuita, se dedicaban a instruir a niños, cosían, bordaban, cuidaban enfermos y
repartían limosnas.
Tras
la expulsión de los jesuitas de América recorrió las regiones más pobres del
nordeste argentino para promover ejercicios espirituales. Caminando descalza
por las tierras de Santiago del Estero y por las provincias de Catamarca, La
Rioja, Jujuy, Salta y Tucumán.
En
1779 decide venir a Buenos Aires y a finales del siglo XVIII comienza allí la
construcción de su gran legado, la Casa de Ejercicios de la Avenida
Independencia.
Falleció
en 1799 a los 69 años y sus restos descansan en la actualidad en la iglesia de
Nuestra Señora de la Piedad de la ciudad de Buenos Aires. La beata de los
ejercicios espirituales reconocida como tal por sus virtudes cristianas, fue
declarada Santa por los milagros atribuidos a su intercesión